En una localidad de Francia, en la que una revolución contra la Reina
parece inminente, Irma regentea “El Gran Balcón”, casa de citas y de
ilusiones. Allí los clientes satisfacen – mediante un juego de
representaciones- sus deseos de convertirse, aunque sólo sea por unas
horas, en un otro poderoso.
Un cliente será obispo, otro, juez,
un tercero, general; una mujer devota, una ladrona y su verdugo, y una
mujer caballo jugarán con ellos el juego de goce y poder.
Pero
la rebelión se ha llevado a la reina. El Balcón lo atestigua. El
régimen, tal como se conoce, parece caer. A menos que ellos lo salven.
El poder se crea, se recrea, se escurre y les permite a los transeúntes
del burdel ser figura, emular al aparato social establecido y
defenderlo.
Así, Genet logra fundir los conceptos de
verdad y artificio poniendo el acento crítico en la construcción y
arbitrariedad de los roles de poder.
Esta pieza continúa la
línea de trabajo de la Compañía Teatral Quinto Piso, caracterizada por
llevar a escena materiales que problematizan la relación del hombre con
la sociedad contemporánea.
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